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el martes

el martes,     me quiero juntar con vos para reírnos fuerte, para mirarnos un rato sin el celu,   y abrazarte más allá del sueño,    más acá del horario,    cerca de las penas y las cicatrices.   Y después comer rico, despacio,   jugar, bailar   y volver a decirnos las palabras   que mojan los ojos y el alma,   y también de las otras...   las que mojan los calzones.  

ES NECESARIO

Es necesario cantar. Tirar avioncitos de papel. Subirse a uno que tenga las alas bien derechas y salir a volar. Es necesario dejar las ventanillas abiertas  para que corra el viento y se tropiece con la alegría. Es necesario parar a saludar en el país de los amigos,  con un paquete de bizcochos. Y también, tomar una muestra de tu sonrisa y algunos watts de la luz de tu alma,   para seguir llenando el bidón de la felicidad. Es necesario (si encuentro algún maxikiosko abierto) bajar a comprar un chocolate con almendras, para comer acostados cuando se desate la noche

DESPELOTE

Disculpa si me gustas así como desaforadamente, lo que pasa es que cuando te descubrí y me llevaste para adentro de tus soles, se me soltó el piolín que agarra el coso de los sentimientos fuertes y quedó flojo. Entonces se salió un poco...  Después… (te digo la verdad) no lo quise arreglar, ni ponerle un cacho de alambre, lo dejé así nomás.  Por eso cuando me empecé a enamorar de vos se me salió todo a la mierda, se desparramó un montón de la cosa esa, se me enchastró todo adentro del cuerpo, pero no te das una idea lo bien que me anda el alma y la vida.  Disculpa el despelote igual.

círculo

Hay que salvar a un perro del Barrio Arcoiris. Ayer lo vi entre la reja y la pared y se me rompió el alma. El alma cuando se rompe duele fuerte y no se puede pegar con La gotita. El alma es lo único que no pega La gotita. Justo eso se me viene a romper. Igual ni siquiera sabemos bien donde está, aunque duele por el pecho y por los recuerdos.  Yo me acuerdo que tendíamos la ropa y a veces te dejaba la llave en la tercera maceta contando desde la ventana. Contando desde la ventana de adelante hasta la pared del fondo, me acuerdo de todos los detalles. Los detalles a veces me hacen feliz. La felicidad dura muy poco de los 30 en adelante. Adelante de mi casa siempre hay una bici. O dos. Dos siempre es mejor que uno. Uno busca lleno de esperanzas y nunca está tu talle. No está porque te acordaste tarde de que el lunes era ayer y tenés que esperar una semana más para empezar a cuidarte la salud. Y con la salud no se jode. Se jode con los cubiertos cuando uno no cocina y la comida todaví

ella y su pasto (libro ¡qué lindo que es soñar!)

El pasto es ideal para soñar mirando las copas de los árboles, las nubes o simplemente lo que digan los ojos que hay que mirar. Los ojos de ella decían de todo, y llevaban a volar a su cerebro por los pensamientos más fantasiosos, que son más o menos lo mismo que los sueños, pero más gorditos y detallistas. Como a ella le pasaba todo eso, el pasto le convidó de sus brazos y el cielo de su pantalla. Y formaron un trío increíble. Y soñó como loca. Soñó en alta definición.

otra maría

Sublevándose  a lo que el dios machista escribe en su diario íntimo,  donde apunta que la primer mujer se hizo con un pedazo de hombre,  y a muchas otras injusticias aceptadas, María,  María de barrio Pompeya al fondo,  con el tatuaje de la hembra que despierta,  en su sangre y en sus manos, se descamisa mostrando la belleza de su redondez,  de su bello libre por el cuerpo de su guerra y toda su naturaleza humana al mundo, al mundo que dice que la mujer no puede andar en cuero que tiene que andar lisa de bigote y axila  a los machos que la oprimen,  sublevándose frente a la institución más asesina de la historia grita María cuando la lluvia empieza a mojar su cuerpo cuando la pacha mama bendice su lucha grita María rompiendo una cruz: Vos comiste de este vientre naciste de este tajo y mamaste de esta teta curtida yo no te debo ninguna costilla y vos me debes la vida Impecable María, llena eres de gracia, el amor es contigo. 

cuando se voló el techo

Mi casa era una casa común con paredes, piso y techo. En un costado una cocina, y más o menos por atrás un baño.  Mi familia era una familia común con hermanos, padres y perros. En un costado una mamá en una cocina y más o menos por atrás un papá en una tele. Mi hermana con un teléfono, mi hermano con un teclado, mamá con la cuchara y papá con el control remoto. Cada uno c on sus cosas, cada cosa con su dueño, cada dueño con cada cosa, cada cosa en su horario.  Nada se mezclaba con nada, ni nadie con nadie, ni mamá con el galpón, ni papá con el delantal, porque había cosas que hacer o porque hacer siempre se hizo igual. Pero un día se nos voló el techo, y se cortó la luz. Entonces vimos que arriba había unas estrellas hermosas. Y nos acostamos y las miramos y nos juntamos bien porque hacía frío. Y descubrimos como era cada uno. Y jugamos al dominó y al tuti fruti. Y cuando vino la luz ni la prendimos. Y cuando vino el techo no lo quisimos. (lo trajo un vecino) Y me parece que mi herman